Nací en Cádiz en 1977 y crecí en un precioso rincón de su Bahía, el barrio de la Casería de Ossio (un lugar muy pintoresco situado al norte de San Fernando con un olor a marismas y fango que tanto anhelo desde que vivo en Granada).

La literatura ha estado muy presente a lo largo de mi vida. Desde pequeño, junto a mis hermanos, ya oía atento las historias que nos contaba mi padre (a día de hoy lo sigue haciendo con sus nietos, entre ellos, mis hijos).

Siempre he andado rodeado de libros de alguna u otra manera. Muy joven trabajé como agente de zona de Círculo de Lectores para ganar algún “dinerillo”. Me encantaba el momento en el que llegaban las cajas a casa y los libros se extendían por el suelo de toda la habitación a la espera de ir preparando los pedidos. Tanto libro junto, ¡qué bonita estampa y qué olor tan sugerente!.

También trabajé como «chico para todo» en una empresa de Artes Gráficas de San Fernando. Allí aprendí mucho sobre el mundo de la edición del libro y el fotomontaje. Guardo en mi retina el recuerdo de las horas que pasaba en la sala de revelado bajo la luz roja que la iluminaba y el olor que desprendían los líquidos reveladores.

Cuando llegó la hora de estudiar en la Universidad, lo tuve claro. Salí de Cádiz dirección a Granada a estudiar Biblioteconomía y Documentación (ya nunca volví a mi tierra). Era un camino lógico, ¿cómo iba a estudiar otra carrera? Me lo pasé en grande los cincos años que duró la licenciatura (también cursé los estudios de doctorado). El mundo de las bibliotecas me enamoró más aún si cabe.

Una vez me licencié, hasta llegar al Observatorio de la Infancia y Adolescencia de Andalucía (OIA-A) donde me dedico fundamentalmente a labores de gestión del conocimiento, mi trayectoria profesional ha seguido distintos derroteros: docente en el Departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Granada, documentalista en la biblioteca universitaria de Granada, archivero,… De todos los trabajos desempeñados guardo especial cariño a mi paso por la Fundación Francisco Ayala. Allí tuve la suerte de conocer al escritor en su 100 cumpleaños.  

Actualmente, compagino mi trabajo en el OIA-A con el activismo social y con la escritura. Escribir me evade. Siempre que puedo, participo en cursos de escritura de diversa índole. Ponerme a prueba y relacionarme con compañeros y compañeras es muy gratificante.

El mundo de la literatura infantil siempre me ha fascinado. Es cierto que ahora, con más intensidad, gracias al formato de álbum ilustrado. Este formato reúne, en un solo objeto, dos de mis grandes pasiones, la literatura y el arte. Tengo que reconocer que nuestra biblioteca personal está repleta de tesoros en forma de libros. Soy un fiel defensor del poder de la lectura compartida en voz alta. En casa, compartir momentos en torno a los libros (cuentos, álbumes ilustrados) está totalmente naturalizado.

Desde 2010, soy redactor de BiblogTecarios, un blog colaborativo referente en España y América Latina sobre temas relacionados con el mundo de las bibliotecas. En este espacio escribo fundamentalmente sobre bibliotecas y discapacidad, hago recomendaciones de lecturas de LIJ, reseño álbumes infantiles y entrevisto a autores/as e ilustradores/as de literatura infantil y juvenil.

Conoce un poco más sobre mí y mi historia en este reportaje del periódico Granada Hoy (06/06/2023)